Foto: Mitch Mckee | unsplash.com
Según las Naciones Unidas el número de migrantes internacionales ha aumentado mas de un 40% durante los últimos 15 años, y se prevé que seguirá aumentando en los próximos años. Las principales causas de la migración son los conflictos,la pobreza, la desigualdad y la falta de trabajos dignos.
Las personas migrantes atraviesan grandes dificultades para conseguir oportunidades laborales o servicios sociales y de salud básicos, y están mas expuestas a trabajos precarios y condiciones laborales de explotación. Se necesitan recursos que mejoren estas circunstancias, especialmente iniciativas empresariales en el marco de la economía social, como las cooperativas industriales y de servicios, que fomentan la integración social u la economía de las personas migranes.
Foto: Alexis Brown | unsplash.com
Cuál es nuestra predisposición frente a los retos, cómo afrontamos los problemas que nos surgen a diario o cómo tratamos de superarnos; todo ello viene determinado por la educación recibida, los patrones de conducta que nos han transmitido desde la familia, la escuela, la sociedad…Así, es común que siguiendo los patrones que nos han inculcado, desarrollemos conductas ligadas a la competición, tratando de ser mejores que los demás.
Esta visión de la competición justifica prácticas sociales, culturales y económicas generadoras de desigualdad. No existe nada que se pueda aprender compitiendo que no se pueda aprender cooperando, y esto es más divertido para más gente.
Foto: Alex | unsplash.com
Rellena este pequeño formulario para hacerte una idea del nivel de emprendimiento que posees actualmente.
Foto: Mikito Tateisi | unsplash.com
Si apostamos por la cooperación como modelo de trabajo, como manera de desarrollar estos valores que tiene implícitos y como herramienta para el cambio, para dejar atrás el modelo competitivo que se nos reproduce diariamente en todos los aspectos de la vida, entonces deberemos cambiar también la manera de relacionarnos. Deberemos abandonar la individualidad y fomentar las relaciones interpersonales, el trabajo en red, la toma de decisiones conjunta, en definitiva, apostar por el grupo y la comunidad.
En cualquier grupo humano (familia, escuela, centro de trabajo, círculo de amis-tades), como microcosmos sociales, se reproducen todos los niveles de conflictos y violencias presentes en la sociedad, por lo que su forma de tratar los conflictos supondrá el aprendizaje de las generaciones más jóvenes acerca de cómo afrontarlos, teniendo principalmente dos grandes opciones: las justificaciones a favor de resolverlos de manera violenta y competitiva o, por el contrario, el convencimiento (aprehendido a través de la práctica) de que la mejor opción es su gestión pacífica y cooperativa.
Foto: Tristan Colangelo | unsplash.com
Vivimos en una sociedad jerarquizada, acostumbrados a que la persona que manda (el jefe, el director, el padre…) es quien hace de líder, sin embargo el liderazgo no tiene que ver con la posición jerárquica que se ocupa: una persona puede ser el/la jefe/a de un grupo y no ser su líder y, al contrario,puede ser su líder sin ser el/la jefe/a.
El líder, sin disponer necesariamente de esta autoridad jerárquica, tiene también capacidad de decidir la actuación del grupo en base a la influencia que ejerce, que viene determinada por la autoridad moral que ejerce sobre el resto del equipo.
En un entorno como el que queremos crear en la ESS, de asunción de responsabilidades compartidas, decisiones conjuntas, cooperación y autonomía personal, deberemos aprovechar la existencia de líderes naturales para el desarrollo de nuestra entidad/idea de negocio.A la vez ir asumiendo cada persona nuestra proporción de responsabilidad y aumentando nuestra capacidad de liderazgo para que este pueda ser compartido por todos los miembros del grupo. Sólo así nos sentiremos verdaderamente participes de las decisiones colectivas, asumiendo como propios errores y aciertos, y nos sentiremos realizados en nuestro trabajo diario.
Foto: Chun Yeung Lam | unsplash.com
Cada año cientos de empresas deben cerrar, mientras que sólo algunas pocas sobreviven a los primeros tres años de vida y una cantidad mínima supera los cinco años en el mercado. No existe una fórmula mágica, ni siquiera un patrón único que garantice el éxito en los negocios. Sin embargo, hay ciertas etapas que todo emprendimiento debe realizar para lograr rentabilidad y ser sostenible.
Foto: Mike Newbry | unsplash.com
El modelo Canvas de Alexander Osterwalder aporta una herramienta facilitadora de análisis que provee de una visión rápida, sencilla y global de una idea de negocio.La metodología consiste en el desarrollo de nueve módulos, todos ellos interrelacionados, que explican la forma de operar de la empresa para generar ingresos, aunque antes de iniciar hemos de tener claro su objetivo. Para ello, habrá que definir con precisión qué se pretende conseguir con el modelo de emprendimiento, así como cualquier aspecto clave relacionado con el propósito del proyecto.
Foto: Neil Godding | unsplash.com
Entrevistamos a Joana Siro Calderón, emprendedora colombiana desde los 14 años.
Foto: Felipe Furtado | unsplash.com
El Plan de Empresa se puede estructurar en cinco capítulos: datos básicos del proyecto, promotores del proyecto, Plan de Marketing, Plan de Recursos Humanos y Plan Económico financiero
Foto: Mike Newbry | unsplash.com
Una vez hemos definido qué es el posicionamiento estratégico, tenemos que tratar de evaluar qué tipo de posicionamiento es el más adecuado para nuestra empresa. Es fundamental analizar previamente nuestro: producto o servicio, público objetivo, recursos disponibles, competidores y el tipo de mercado, amenazas (productos sustitutivos, nuevos competidores, cambios posibles en el mercado)
Pero, ¿por qué este análisis? Como ya he comentado anteriormente, el posicionamiento estratégico supone luchar por “el hueco” en las mentes de los consumidores, significa posicionar tu marca/servicio/producto frente a la competencia y al mercado. Es la llamada “batalla por las mentes” donde la percepción es lo más importante.